No puedo verte, ni sentirte, ni tocarte.
No puedo creer que eres la persona que esta junto a mi, sonriente, hablando como si acabáramos de conocernos, como si fuera este el instante en que la vida nos cruzó y nos destinó.
No puedo saberte en otros brazos mientras los míos sostienen tu recuerdo invisible.
No puedo creer que me mires todos los días y que tus ojos se claven en mi como dos balas que atraviesan de lleno mi corazón.
No puedo imaginarme lo que soy ahora, lo que somos, lo que siempre fuimos: dos personas tratando de tocar el cielo pero siempre hundiéndose mas en la tierra...
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